- Filetes de sardina
- Salmorejo espesito
- Sal gorda
- Pan
- Aceite de oliva
- Tomillo y romero
ELABORACIÓN:
Lo primero que haremos será desescamar las sardinas muy bien.
Seguidamente las limpiaremos quitando muy bien las tripas y la cabeza, las cortaremos a lo largo con cuidado separando los dos filetes, quitando la espina central y procurando deshacernos de la mayor cantidad posible de espinas. Una buena idea es pedir a nuestro pescadero de confianza que nos haga este trabajo que suele ser muy engorroso. En algunos centros comerciales podemos encontrar los filetes perfectamente limpios y envasados, aunque en este caso hemos de asegurarnos que el producto siga manteniendo la máxima frescura.
A continuación mezclaremos la sal con las hierbas a nuestro gusto, puede ser el tomillo y el romero, u otra hierba que nos agrade, o ninguna.
Una vez bien hecha la mezcla, prepararemos en una bandeja o fuente una cama con la sal gorda, en la que depositaremos uno junto a otro los filetes de sardina hasta llenar la base.
Cubriremos los lomos de sardina con más sal gorda, y volveremos a colocar una nueva capa de sardinas y así sucesivamente hasta que acabemos de cubrirlas todas, dejando que macere la preparación durante 1 hora ó 1 hora y media aproximadamente.
Pasado el tiempo sacaremos los filetes y los lavaremos uno a uno bajo el grifo de agua fría, desalándolos bien.
Seguídamente los secaremos con papel de cocina y los conservaremos en un recipiente cubriéndolos con aceite de oliva, (opcionalmente agregaremos ajo muy picadito y perejil) y los guardaremos en el frigorífico. De esta forma se rehidratarán y los tendremos listos para utilizarlos cuando queramos.
A partir de aquí nuestra receta es muy sencilla.
En la tostadora o en el horno doraremos un poquito, unas rodajas de pan (bagette o similar) de unos 3 cms. de grosor más o menos, y las frotaremos ligeramente (si nos gusta) con un diente de ajo.
A continuación cubriremos cada tostada con una capita de la crema espesa de salmorejo, sobre la que dispondremos los lomitos de sardina con su aceite.
Y ya está listo el pincho.
¡Que aproveche!
¡Que aproveche!
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